La mayoría de las causas ecológicas se enfocan en sectores con gran impacto ambiental, lugares turísticos o espacios cuya contaminación trae un alto riesgo para el ser humano. Hoy queremos dar una mirada cotidiana y enfocarnos en las pequeñas causas. Lugares que de desaparecer no afectarían mucho al ser humano, probablemente muchos de estos están desapareciendo y no nos damos cuenta. Puede ser una pequeña posa afuera de tu casa, árboles nativos dentro de la ciudad, hilos de agua entre poblaciones, etc. todos estos resultan refugios para nuestra fauna y poco nos damos cuenta. Podemos estar contra la contaminación a gran escala pero la que es a pequeña escala nos parece inofensiva.
Las siguientes fotos son de un estero de la ciudad de Quilpué, a lo mejor muchos han pasado por este lugar sin darse cuenta la riqueza en diversidad que nos ofrece. Lamentablemente las personas siguen botando basura en este, y aunque el agua se nota más limpia que hace años atrás, no pasa un mes sin que aparezca un colchón, una llanta, concreto, ladrillo, envases de alimentos, latas.
Cachudito Chercán
Chincol Chuncho
Churrete Diucón
Fio-fio Garza Chica
Garza grande Huairavo
Jilgueros Picaflor chico
Picaflor gigante Tagüita
Tenca Tijeral
Torcazas Tordo
Tortolita cuyana Yeco
Zorzal
También se puede ver bandurrillas, tiuques, tórtolas, gaviotas dominicanas, viuditas, diucas, aguiluchos, totalizando al menos 28 distintas aves que hemos podido apreciar, seguramente hay varias más. Además hemos escuchado testimonios que dicen haber visto coipos.
Esperamos que este pequeño espacio siga siendo un santuario y sus vecinos logren vivir en armonía con este.
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